El descubrimiento de los anticuerpos antifosfolipídicos, como en otros casos, ha permitido conocer mejor la fisiología de la hemostásis y la trombosis.  De mano de la patología a la fisiología, no es algo nuevo en medicina.

Desde la primera descripción del síndrome en 1980 son varias las disciplinas que han debido trabajar en forma conjunta realizando congresos y reuniones de expertos que,  hasta el día de hoy siguen buscando abrir luz sobre sus mecanismos  etiopatológicos y tratando de acercarse lo más posible a la verdad en lo que al tratamiento se refiere.

Este síndrome autoinmune, puede ser el responsable del compromiso vascular a nivel venoso y/o arterial; la trombosis en estos casos se manifiesta según el territorio afectado.

Pero además de la trombosis, la compleja etiopatogenia de estos anticuerpos puede provocar sufrimientos materno-fetales del embarazo con la pérdida recurrente del mismo si no son oportunamente diagnosticados y tratados.

Por eso inmunólogos, hematólogos, obstetras, cardiólogos, neurólogos, nefrólogos, internistas, intensivistas, neumólogos, dermatólogos, pueden verse enfrentados al mismo.

Esta diversidad de manifestaciones  permite comprender de forma cabal la importancia de conocer y difundir éste tema.

Para ello hemos recurrido a expertos en los diferentes capítulos que integran el libro. A todos ellos nuestro agradecimiento por el esfuerzo en compartir sus conocimientos actualizados.

Este es un texto en idioma español salvo el capítulo del Profesor Dr. Vittorio Pengo (Italia)  que nos fuera enviado en inglés y no quisimos traducir a fin de evitar errores.

Es nuestro deseo que éste texto cumpla con su objetivo inicial y que sirva a estudiantes, médicos, biólogos, como un sitio de referencia y consulta que les permita mejor conocer la patología y mejor tratar  al paciente, que es siempre el destinatario final de todo esfuerzo en salud.

Si algo logramos de éste objetivo, el esfuerzo de todos, habrá valido la pena.

Pero, recordar  que lo más importante es como dijo Einstein “no dejar de hacerse preguntas”. Así es posible y probable, que algunos de los conocimientos impartidos en este libro cambien en el futuro o se adapten a mejores enfoques.
Pero ese es el destino de un científico. Abrir la mente y estar prontos a seguir investigando para reafirmar algunas supuestas verdades y acercarnos a otras y/o cambiar las que creíamos lo eran.

Editores

Dr. Ricardo Pou Ferrari

Dra. Ana María Otero

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